MORIR VARIAS VECES SIN DOLOR

El viento susurra mi nombre con voz oscura

El alba recoge el alma que se desprende

Materia transformada y estoy de nuevo aquí

Dispuesta a morir sin sentir dolor

ALEJANDRA PIZARNIK: 76 AÑOS MÁS TARDE...

Un día como hoy pero con otro contexto social e histórico ve por primera vez la luz un personaje que daría otra perspectiva a la literatura. Los tiempos cambian y las sociedades también, sus necesidades son diferentes de igual forma el arte se transforma  pues esta sujeta a estos cambios y aun mas la literatura que es el reflejo de las necesidades y lo precario de una sociedad.

Pero creo que Alejandra Pizarnik trascendió al tiempo pues para mi ella es el reflejo de la decadencia y el vacío no solo de su generación sino de las generaciones postreras.

Para mi Pizarnik es esa voz que no tiene genero, es la oscuridad de la noche con destellos de luz muy tenue, es la soledad el vacío, la angustia, los temores canalizados en una poética exquisita que aun sigue deleitándonos.

Como ella misma decía que escribía para que a lo que le temía no ocurriera, esa debería de ser la premisa básica de la humanidad, setenta y seis años después de su nacimiento me siento a escribir estas escuetas líneas para conmemorar a aquella mujer que supo hablar del lado mas oscuro del hombre con gran sutileza y profundidad.

No habrá otra Alejandra Pizarnik pero si habrán reinvenciones  de lo que un día sus manos escribieron y la prueba mas fiel es que setenta y seis años mas tarde sus libros siguen ocupando un espacio en las libreras empolvadas  de personajes que de la mano de sus escritos van buscando el lugar al que pertenecen.

SUMISA LA NIÑA MUDA

Sumisa la  niña muda
que habla en mi nombre,
me cierro, me defiendo,
cuando las cosas
como hordas de huecos,
vienen a mi terror

Alejandra Pizarnik