Todos lo días al amaneces
levanto la cortina y esta allí
inmovil parece que me observa,
parece que me entiende.
Durante las noches aguarda sigilosa
velando mis sueños,
con su imponente silueta negra,
así ocurre durante la primavera,
el verano, el otoño y el invierno.
Hasta que un día me levanto con ese
pesado sueño de madrugada
veo a tráves de los débiles rayos del sol
y asustada vuela lejos
dejandome libre
Una mirada a tráves del cristal opaco de mis ojos cansados, la luz se apaga y el juego comienza clandestino...
19/11/11
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